Ramón del Valle-Inclán (1866-1936), escritor de Vilanova de Arousa (Pontevedra) es uno de los autores modernistas más relevante e influyentes de la literatura española del siglo XX.
Autor de numerosas y magistrales obras teatrales como El marqués de Bradomín (1906), Comedias bárbaras (1906-1922), una serie que incluye tres piezas (Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata), El yermo de las almas (1908), una readaptación de su primer drama, Cenizas (1899), La marquesa Rosalinda. Farsa sentimental y grotesca (1912), Luces de Bohemia, esperpento (1920), La hija del capitán. Esperpento (1927) o Martes de Carnaval. Esperpentos (1930), que incluye: Las galas del difunto (El terno del difunto), Los cuernos de don Friolera Esperpento, y La hija del capitán. Esperpento. Entre sus novelas merecen mención La cara de Dios. Basada en el célebre drama de don Carlos Arniches (1900), Serie La guerra carlista (1908-1909), que por desgracia nunca finalizó, Zacarías el cruzado (1926), Tirano Banderas. Novela de tierra caliente (1926), El ruido ibérico (que incluye 3 series con un total de 9 obras) y Las Sonatas: Memorias del Marqués de Bradomín (1902-1905), que se componen de:
Nosotros nos hemos centrado en la tercera, Sonata de primavera, quizá la mejor opción para adentrarse en el complejo mundo literario de Valle-Inclán. Igual que en el resto de sonatas, la de primavera tiene como protagonista al Marqués de Bradomín, una especie de Don Juan "con espíritu cruzado", aventurero y romántico. Ambientada en Italia, el Marqués de Bradomín aceptará una misión encomendada por el mismísimo Papa para seducir a María Rosario, una de las cinco hijas de la princesa Gaetani. El problema es que ella quiere hacerse monja y recluirse en una convento...
Una genial y concienzuda adaptación de Carlos Lara que esperamos sea de su agrado.
