Carrito de la compra


La riqueza encontrada no compartida

Un día un hombre encontró una bolsa de oro en la calle.


Estaba muy contento y se fue a casa para mostrársela a su esposa. "¡Mira lo que encontré! ¡Esta bolsa de oro es mía y no la voy a compartir con nadie!"


Su esposa le dijo que era una suerte extraordinaria, que debía compartirla, ya que era demasiado para una sola persona, y él siempre había sido un hombre generoso.


El hombre se negó y se encerró en su cuarto con la bolsa de oro.

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Al día siguiente, el hombre abandonó a su mujer, fue a la ciudad y compró una gran casa.


Se sentía muy feliz y orgulloso de su nueva casa. Pero, cuando llegó la noche, el hombre se dio cuenta de que estaba solo en su nueva casa. No tenía amigos ni esposa para compartir su felicidad.



Moraleja: Es mejor compartir lo que tienes con tus seres queridos y disfrutarlo juntos, que guardártelo para ti mismo y estar solo.